Nuestro bosque infantil es un lugar especial: cómo ayuda al aprendizaje de nuestros alumnos
Cuando decimos que nuestro colegio Cardenal Spínola de Sanlúcar La Mayor se encuentra en un entorno privilegiado, hacemos mención al gran parque infantil arbolado de 800 metros cuadrados. Además de toda la vegetación que rodea nuestras instalaciones: los árboles que levantan la vista, los setos que crean laberintos y los jardines que llenan de color los trayectos, esta zona, que popularmente conocemos como el bosque de infantil, es un lugar especial.
Acabamos de completar una reforma de este espacio: se ha instalado césped artificial y los elementos de entretenimiento más antiguos se han sustituido por unos patrones dibujados en el suelo para guiar juegos tradicionales. El resultado ha sido muy emocionante para los más pequeños, con un parque infantil para estrenar en sus tiempos de recreo y de clase. Y es que este lugar no es solamente el mejor entorno para fomentar el juego libre y la convivencia entre los alumnos, sino que es también un entorno que estimula el aprendizaje.
Algunas de las actividades que se realizan en este bosque son, por ejemplo, parte del Programa de Desarrollo Básico con actividades de psicomotricidad. Esta línea de trabajo, que forma parte del método Doman de estimulación temprana, se ve enriquecida por este entorno cuando los niños trabajan el patrón cruzado. También aprovechamos para sacar nuestros cuentos al bosque y llenar de magia el espacio con la narración y la imaginación. Por otra parte, el contacto con la naturaleza ayuda igualmente a realizar las prácticas de oración e interioridad. Y, por qué no, actividades propias de observación de la naturaleza.
Todos los días, después de desayunar, los peques del cole se dirigen al bosque cargados de energía para divertirse. Es el tiempo de descansar del trabajo diario y relacionarse jugando con los compañeros. En este momento los alumnos interaccionan libremente y ensayan situaciones de la vida real, aprenden a negociar, a ceder, a trabajar en equipo, a ganar y a perder experimentando sus propias reacciones y las de otros compañeros. Al mismo tiempo, disfrutan de los muchos beneficios que tiene la naturaleza: jugar con la arena, construir con ramitas y hojas, disfrutar del sol…
Jugar y realizar actividades al aire libre, en espacios como nuestro bosque de infantil, estimula la creatividad de los niños, les invita a descubrir lo que les rodea e interactuar con texturas, olores y sonidos diferentes. También se incentiva la relación y sociabilización y realizan ejercicio físico. En relación a otros aspectos beneficiosos, se exponen a la luz solar, muy importante para que el cuerpo sintetice vitamina D, un componente imprescindible para que los huesos asimilen el calcio.
No cabe duda, ¡nuestro bosque es un lugar especial!
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